Dijeron

Dijeron: "¡Qué lindo!" cuando nació.
Después con el tiempo se convirtió
en un giro del destino, una promesa que se perdió.
Pasó de ser un niño bueno a un auténtico cabrón.

Ahora se debate en la calle por no ser esposado,
robando coches que no quieren en concesionarios de segunda mano.
Mendigando una comida con la práctica del viejo arte del tirón,
demasiado torpe para ser carterista, demasiado tarde para volver a ser un señor.

Dijeron: “¡Qué listo parece!” y creyeron que sería ingeniero,
pero resultó demasiado vago y se dio a la bebida y la hierba
viendo pasar los días en los bancos de la plaza donde un vez fuera
el centro de atención de todas aquellas señoras, ahora viejas.

Ahora se debate en la calle por no ser esposado,
robando coches que no quieren en concesionarios de segunda mano.
Mendigando una comida con la práctica del viejo arte del tirón,
demasiado torpe para ser carterista, demasiado tarde para volver a ser un señor.

A personal Salmón, inédito.

1 opiniones:

  sin embargo según la RAE

30 de noviembre de 2010, 15:57

simplemente genial,
cuánta gente conoceremos así...
me gusta mucho, una oda a lo q pudo y nunca será